Me alegra saber cómo hay personas que, consientes de su situación, pueden superar episodios, ya sean tristes, ya sean trágicos, y apuntan hacia nuevos horizontes y darle sentido a la vida. Todos hemos pasado, y sino en algún momento pasaremos, por situaciones difíciles. Mientras vivamos en este mundo no habrá felicidad plena. La vida es una montaña rusa con sus altas y sus bajas. Entonces, ¿que nos motiva a vivir bajo este mar de incertidumbres? No existe una receta infalible. Cada ser humano es una vivencia, cada ser humano tiene una actitud. No existen fórmulas.
Tu experiencia me deja ver, que es posible gozar (en el sentido de la paz interior) de la vida sin dejar atrás los recuerdos que formaron nuestra personalidad. Cada episodio del pasado, que ha formado nuestro carácter, es el cimiento que nos ayuda a pelear por nuestros sueños y a alcanzar nuevas metas.
Debemos atesorar siempre los momentos dulces de la vida, recuerdos que se convierten en un resorte que nos impulsará hacia esas nuevas metas. Ya conoces la mecánica del resorte. Una fuerza externa te llevará hacia atrás, pero cuando te liberas de esa fuerza, te impulsarás hacia las nubes.
Me alegra saber cómo hay personas que, consientes de su situación, pueden superar episodios, ya sean tristes, ya sean trágicos, y apuntan hacia nuevos horizontes y darle sentido a la vida. Todos hemos pasado, y sino en algún momento pasaremos, por situaciones difíciles. Mientras vivamos en este mundo no habrá felicidad plena. La vida es una montaña rusa con sus altas y sus bajas. Entonces, ¿que nos motiva a vivir bajo este mar de incertidumbres? No existe una receta infalible. Cada ser humano es una vivencia, cada ser humano tiene una actitud. No existen fórmulas.
Tu experiencia me deja ver, que es posible gozar (en el sentido de la paz interior) de la vida sin dejar atrás los recuerdos que formaron nuestra personalidad. Cada episodio del pasado, que ha formado nuestro carácter, es el cimiento que nos ayuda a pelear por nuestros sueños y a alcanzar nuevas metas.
Debemos atesorar siempre los momentos dulces de la vida, recuerdos que se convierten en un resorte que nos impulsará hacia esas nuevas metas. Ya conoces la mecánica del resorte. Una fuerza externa te llevará hacia atrás, pero cuando te liberas de esa fuerza, te impulsarás hacia las nubes.